La prevención es la base de la responsabilidad legal del socorrista acuático. Su función principal es garantizar un entorno seguro en las piscinas, evitando accidentes y minimizando los riesgos. Para lograrlo, es esencial tomar medidas preventivas:

1. Mantenimiento adecuado: El socorrista debe asegurarse de que las instalaciones de la piscina estén en buen estado, incluyendo la correcta limpieza y desinfección del agua, el funcionamiento de los equipos de seguridad y la eliminación de posibles peligros.
2. Normas y advertencias: El socorrista debe hacer cumplir las normas de seguridad establecidas en la piscina, como el uso de flotadores, la prohibición de correr o la supervisión adecuada de los niños. Además, debe colocar señales de advertencia para alertar sobre riesgos potenciales.
3. Educación y concienciación: El socorrista puede impartir sesiones educativas sobre seguridad acuática, enseñando a los bañistas las mejores prácticas de natación, el respeto a las normas de la piscina y la importancia de estar alerta y cuidar de su propia seguridad.