Mucha de la gente que nos conoció hace años y siempre nos empujó a crear lo que hoy es ARPA4 nos preguntaba: ¿Y una tortuga? ¿Por qué? En estas pocas líneas os vamos a mostrar porqué creemos que la tortuga era el símbolo que nos debía acompañar tanto a nosotros como a vosotros durante el aprendizaje.

Lo primero que salta a la vista de una tortuga es su caparazón, para nosotros un símbolo de prevención y protección donde su defensa es el evitar el daño. Un objetivo para nosotros era haceros ver que no siempre buscamos velocidad, sino buscamos seguridad para todos nosotros, algo que sin duda ayuda la sangre fría que fluye por este reptil.

Por otro lado, y muy relacionado con la velocidad ¿sabéis a qué velocidad es capaz de nadar una tortuga como la que encontráis junto a nombre de ARPA4? Pues a nada más y nada menos que entre 27 y 38 km/h, el triple que los campeones olímpicos, al final no era tan lenta como parecía…

Por último, y con el fin de no alargar más esta breve reseña, indicaros que el número de escudos que suelen tener estas tortugas es de 13. ¿Mala suerte? No… Es coincidente con el número de articulaciones que nos permiten desenvolvernos tal y como lo hacemos. Recordad: dos tobillos, dos rodillas, dos caderas, dos hombros, dos codos, dos muñecas y el cuello. TOTAL 13!! Sorprendente a que sí!!